Curiosidades, Historia, Reseñas

Argumento: Evitando convertirse en el típico drama costumbrista, optando por una mirada mucho más escandalosa de esa época, The Tudors es una nueva producción que se centra en tumultuosos años jóvenes del rey Enrique VIII (Jonathan Rhys Meyers), muy pocas veces reflejados en la pequeña o la gran pantalla, y quien durante casi 40 años (1509-1547) fue el omnipotente monarca de Inglaterra. Con una tremenda lujuria por el poder y un imparable apetitivo por el amor, el joven y contundente monarca gobernaba su reino al igual que vivía su vida… con un despiadado e implacable abandono.

        Los Tudor revela la historia jamás contada del joven, poderoso, y seductor tirano, cuyo reinado estuvo marcado por la traición, el odio y la intriga. Enérgico y apasionado por su país y por las mujeres, la obsesión de Enrique con asegurar su legado, le llevó a decapitar a amigos y enemigos, declarar a guerra a numerosas regiones e incluso desafiar a la todopoderosa Iglesia Católica de Inglaterra, cambiando para siempre el signo religioso del Imperio Británico.

         Los Tudor retrata de forma dramática las escandalosas y románticas relaciones de Enrique con Catalina de Aragón (Maria Doyle Kennedy, la viuda de su hermano, y con la infame Ana Bolena (Natalie Dormer), la primera de sus esposas en ser decapitada, o con su malcriada hermana la Princesa Margarita (Gabrielle Anwar), quien fue dada en matrimonio por alianza política y se convirtió en la Reina de Escocia.

         Además de sus escarceos con sus famosas reinas consorte, la serie se sumerge en las más notables relaciones políticas de Enrique, incluyendo la que mantuvo con el filósofo Sir Thomas More (Jeremy Northam), un hombre cuyos principios lo llevaron a un trágico final; el Cardenal Thomas Wolsey (Sam Neill), cabeza de la Iglesia de Inglaterra durante su ruptura con Roma, un hombre que poseía un gran poder hasta que decepcionó al Rey, o el Duque de Norfolk (Henry Czerny), un hombre que aprendió que único importante en la vida era ganar y mantener el favor del monarca.