Curiosidades, Historia, Reseñas

Toledo, Cruce de destinos fue una serie de televisión producida por Boomerang TV para la cadena española Antena 3. El primer capítulo se estrenó el 10 de enero de 2012.  Se trata de una serie de aventuras, romance e intrigas palaciegas en la época del rey Alfonso X el Sabio.

Toledo traslada al espectador a una ciudad medieval de finales del siglo XIII en la que la Península Ibérica es un gigantesco campo de batalla entre cristianos y musulmanes.

Ambientación histórica

Pese a que se trata de una serie de televisión y que, por ese motivo, es fundamentalmente divulgativa, es un hecho las diferencias existentes de la serie con la Historia real del Toledo del siglo XIII y la historia personal y política de Alfonso X. En la serie, Sancho es el mayor de sus hijos y Fernando de la Cerda, de unos veinte años, es el menor; cuando la realidad es que Fernando, además de ser el mayor y por tanto el sucesor, a esa edad estaba casado y tenía dos hijos pequeños, los infantes de la Cerda, ni vivía despreocupado e indiferente a la política de su padre, pues murió precisamente a esa edad a punto de enfrentarse a los Benimerines en Andalucía. La corona zigzaguea entre los hermanos en la serie sin tener en cuenta las leyes y costumbres de primogenitura. Por otro lado, Sancho es presentado como hijo de un anterior matrimonio del rey, cuando Violante de Aragón fue la única esposa de Alfonso X y, además de Sancho y Fernando, tuvieron nueve hijos más. La infidelidad de Alfonso con Diana, por demás, tiene reacciones muy exageradas y adaptadas a nuestros tiempos. El rey Alfonso X reconoció hasta cinco hijos entre naturales (es decir, anteriores del matrimonio) e ilegítimos de cuatro mujeres distintas, más los que la Historia no nos haya dado a conocer.

En cuanto a Toledo, la ciudad vive únicamente preocupada por la paz entre judíos, musulmanes y cristianos, siguiendo la leyenda de la «convivencia entre las tres culturas», cuando es bien sabido que tal convivencia no se dio y la cristiana era la cultura dominante y no se replegaba por las exigencias de judíos o musulmanes.