Curiosidades, Historia, Reseñas

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  Murder, She Wrote.

Murder, She Wrote fue una serie de televisión estadounidense que se emitió entre 1984 y 1996 contabilizando un total de 264 capítulos. En el mundo de habla castellana fue conocida como (La) Reportera del crimen en Hispanoamérica y como Se ha escrito un crimen en España. Protagonizada por la actriz británica Angela Lansbury, pertenece al género de intriga o misterio. La serie fue producida para la cadena CBS, una de las más importantes de EE.UU., y tuvo un gran éxito local e internacional, llegando a emitirse en casi todo el mundo a través de las principales cadenas y canales .

Estructura y argumento:
Todos los capítulos tienen una estructura similar. La protagonista es Jessica Beatrice Fletcher (Angela Lansbury), una profesora de inglés, que tras el fallecimiento de su esposo, se lanza a la aventura de ser escritora de novelas de misterio. Jessica reside en Cabot Cove, un pueblo –ficticio– de la costa del norteño estado de Maine, en la región de Nueva Inglaterra. Sin embargo, también realiza frecuentes viajes por toda la geografía de Estados Unidos, ya sea para promocionar sus libros, para dar conferencias, para visitar a algunos amigos (como su amigo el comisario Tupper), etc.

El caso es que donde quiera que ella esté se acaba cometiendo un asesinato. A partir de ahí ella se dedica a investigar, como si fuera la protagonista de sus propios libros, e interroga a los testigos, examina las pruebas, visita los lugares del suceso, etc. Normalmente las autoridades locales no la ven con buenos ojos pues siempre interfiere en sus pesquisas y además se dedica a rebatir sus conclusiones, dejándolos en ridículo, pues mientras la policía opta por el camino fácil a base de razonamientos simples y conclusiones precipitadas, Jessica es mucho más sutil y observadora. Al final, Jessica siempre acaba descubriendo al autor del crimen, que nunca es la persona que se sospecha al principio. En todos los capítulos al final al propio autor del crimen acaba confesando su culpa y exponiendo sus motivaciones. De este modo nunca queda ningún cabo suelto y el espectador está seguro de quien es el culpable.

Cada episodio es autoconclusivo, es decir, que tiene un principio y un final claros y el argumento de un capítulo no guarda relación con el anterior o el posterior.

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